NUESTRA
HISTORIA
NUESTRA ESENCIA
Corrían los años 80 y la Fundación, denominada Instituto Musical Diego Echavarría, aprovechó la coyuntura favorable del decreto que permitía diversificar el Bachillerato para proponer un proyecto de educación formal en Música, pero desde el preescolar, toda vez que la actividad desarrollada como Academia de Música antes de los 80, no era suficiente para cumplir el mandato estatutario que es: “formar niños y jóvenes en la música”. La ilusión de crear un colegio musical en Medellín, surge como respuesta a necesidades e intereses básicos de la ciudad y del país en el ámbito cultural, que pueden resumirse así:
- Reducido número de músicos profesionales de alto desempeño técnico y artístico.
- Escaso número de instituciones para impartir formación musical a nivel formal, especialmente en el área instrumental, desde temprana edad, como debe ser para llegar lejos.
- Falta de un proyecto (escuela) de formación humanista para contribuir a la transformación de la sociedad actual en la cual hay muchos jóvenes de todos los estratos socio-culturales dedicados a la droga y/o los negocios ilícitos, debido a la situación de la época.
- Carencia de una escuela en la cual el arte haga parte de la vida de los estudiantes y de la comunidad educativa.
Es por ello que se creía que la adecuación de un proyecto académico-musical desde el nivel preescolar hasta media vocacional formaría básicamente a los futuros músicos profesionales que necesita el país, para alcanzar estándares Nacionales e Internacionales; cabe la analogía con el deporte: Atender las ligas menores para ser competitivos a nivel nacional e Internacional. Nuestra misión entonces: “Procurar formación integral de niños y jóvenes que puedan desempeñarse en varias disciplinas entre ellas la música, como énfasis primordial” Nuestros egresados pueden iniciar sus estudios superiores en música y con desarrollo en el tiempo oportuno para llegar lejos si así lo desean, como proyecto de vida.
Estudios realizados dentro y fuera del país, demuestran como la inclusión de la música en las actividades cotidianas, modifica el comportamiento y sensibiliza al individuo. De otro lado, estudios científicos demuestran como el trabajo continuado con la música, estimula el desarrollo del cerebro con innumerables beneficios en el desempeño académico y en el desarrollo integral. Son obvias las bondades de una educación artística.
Se pensó que un programa como éste, beneficiaría no solamente a la ciudad de Medellín sino al país en general, al tiempo que ayudaría a cambiar la imagen de nuestro país en el exterior, en la medida en que nuestros artistas jóvenes tuviesen proyección en el exterior. También ayudaría al cambio social proporcionando alternativas en el área cultural, y contribuiría al crecimiento de nuestras orquestas, agrupaciones de cámara y establecimientos de educación formal en el campo de la música. El mayor beneficio que podría lograr el país de un programa como éste sería, indudablemente, en el campo de la docencia, porque se desarrollaría “escuela” en las diferentes áreas prácticas, teóricas, y teórico-prácticas, de la música.
Un factor sorprendente que aflige, aún hoy, a nuestra sociedad, es el hecho de encontrar involucrados en la delincuencia y en problemas severos de drogadicción a un gran número de adolescentes que tal vez por falta de una buena orientación y opciones de vida, se dedican a buscar este tipo de actividades. Es necesario que nuestros niños, adolescentes, futuros adultos que seguramente estarán rigiendo el país, opten por otras alternativas de formación, que los hará mejores personas para ejercer ciudadanía.
El instituto es una fundación privada sin ánimo de lucro, de carácter laico, no confesional que ofrece educación para todos los niños/as, sin distinción de raza, género, confesión religiosa, filiación política de sus familias, etc. Así mismo se aplica para docentes, directivos, administrativos, personal de apoyo, etc.
“La música es lo que une lo espiritual y lo sensual, es lo que es capaz de producir una fe sin dogma, un éxtasis sin culpa, un amor como homenaje en tranquila armonía con la naturaleza y el infinito”. En estas sabias palabras del maestro Yehudi Menuhin nos inspiramos para crear el ambiente que nos nutre para buscar la armonía, en la vida escolar y social.
La música es un lenguaje universal con el cual se escribe la historia y es patrimonio de la humanidad al cual todos los humanos deben tener acceso, es un derecho cultural de segunda generación. El Instituto, desde su identidad, mandato estatutario y principios, es un proyecto donde se acogen todas los niños/as para brindarles formación integral (ver declaración de principios).
Es el primero y único programa en el país de esta naturaleza, con características de educación tutorial, artística, con grupos pequeños como lo exige esta formación. Hemos corroborado además en el transcurso del tiempo, las bondades adicionales de la atención uno a uno, para alcanzar la misión y visión, como se describirá más adelante.
El instituto emprende su transformación en el año 1982 con preescolar hasta llegar en 1993 a la 1ª promoción. Es declarado patrimonio cultural de la ciudad en 1986 y esto permite obtener fondos de los constructores de la ciudad, para adquirir sede propia. El traslado en 1987, facilita el inicio del Bachillerato y tener una sede campestre. Es reconocido el programa como innovación educativa en 1992 y se le otorga reconocimiento con el premio Santillana en 1996 de planes de estudio novedosos, obteniendo el primer puesto.
- Se han recibido premiaciones con el equipo de Ultímate, deporte insignia del colegio desde 2007, elegido por los estudiantes.
- Premio al mejoramiento otorgado por Secretaría de Educación, Medellín 2011.
- Reconocimiento por la participación en el encuentro de orquestas promovido por la Pontificia Universidad Javeriana.
- Reconocimiento a la institución y a dos de sus docentes por el desarrollo de la propuesta de pequeños científicos promovido por la Universidad de los Andes y actualmente la Escuela de Ingeniería de Antioquia.
- Publicaciones en revistas Ej: Semana, Dinero, Camino a la excelencia, medios de prensa, Revista Gestión y Desarrollo Educativo 2015, debido tal vez al posicionamiento del colegio en el sector.
La propuesta pedagógica se fundamenta, en pedagogos musicales tales como: Decroly, Kodaly, Suzuki, Dalcroze, Willems, entre otros, quienes insisten en la importancia de la educación musical en los pequeños. También en la teoría de las inteligencias múltiples propuesta por Howard Gardner. A través de la historia del colegio nos han iluminado otras propuestas pedagógicas tales como: EpC (Enseñanza para la comprensión), desde el año 2000 aproximadamente, y Hacer visible el pensamiento propuesto por el autor David Perkins. En los últimos años La teoría de William Glasser: “todo estudiante puede ser exitoso”, la de Ken Robinson, con su tesis sobre “cómo hacer escuela diferente para descubrir la pasión de cada uno”. En 2013, nos acercamos a la filosofía Reggio Emilia y se decidió entrar en dialogo (como ellos lo denominan), para iniciar el aprendizaje conjunto de el abordaje de la primera infancia, basado en unos principios filosóficos, pedagógicos y socio-políticos que nos han cautivado y en los cuales encontramos coincidencia feliz en algunos de sus postulados (ver trabajo preescolar y primaria, donde se evidencia la implementación de la propuesta).
La participación de los docentes, con el acompañamiento de la dirección de estudios para las áreas del núcleo común y de la dirección musical para las áreas de música, se materializa en acciones como propuesta de ajustes y/o modificaciones al currículo de acuerdo a las características de sus estudiantes, y a los resultados periódicos, además responden desde su saber específico y las tendencias actuales en educación.
Sería necio afirmar que el diseño curricular se denomina DUA, porque en la práctica pedagógica, seguimiento, evaluación, promoción de los estudiantes, entre otras actividades, se evidencia como, la manera de trabajar con los estudiantes, brinda la posibilidad a todos de alcanzar su aprendizaje y más que esto, aprehender comprensión y alcanzar desarrollo de capacidades (Ver resultados y vida egresados), es esto en lo que creemos y nos entregamos con afecto y pasión, procurando la coherencia entre teoría y praxis, para dar respuesta a la promesa de valor: “comprensión holística del mundo”.
Los resultados con cada promoción han sido excelentes a nivel académico- musical y humano. Son en su mayoría profesionales exitosos y buenos ciudadanos, con quienes se mantiene un vínculo cercano. Para el instituto este es el principal reconocimiento y lo que nos retroalimenta para seguir en el camino.
- La vida cotidiana se caracteriza por hacer música clásica con un promedio de 10 a 15 conciertos anuales externos y los de obligado cumplimiento en el currículo a nivel interno.
- Llegamos a la 25 promoción que celebramos con orgullo y satisfacción porque comprobamos el poder de la música en la educación y porque nuestros egresados músicos se posicionan en el medio como multiplicadores idóneos para continuar en la formación de más músicos. En otras profesiones son exitosos, competitivos y sobretodo bueno ciudadanos. Son público ilustrado que mejora el nivel cultural de la ciudad y el país.
El último quinquenio ha sido la prueba reina para nuestra sostenibilidad porque a pesar de los avatares, que han sucedido, el instituto ha desarrollado una resiliencia en todos los actores de la comunidad educativa, que ha permitido sobreponerse y demostrar que: “el colegio es más que su infraestructura”, palabras de padres de familia frente a los eventos del año 2010 en el cual tuvimos que abandonar nuestra sede por 4 años.
- Este mismo año obtuvimos tercer puesto a nivel Nacional en el ICFES; y aunque no trabajamos para ello, sirvió para mitigar el dolor ante el desplazamiento forzoso. También nos llegó la certificación en EFQM en la etapa comprometido con la excelencia, y se nos reconoció con el premio al mejoramiento de SEDUCA. El dinero recibido nos sirvió para realizar el sueño de iniciar la inserción de las TICS en el aula de clase, con mayor cobertura y con herramientas más actuales, así como la formación de docentes en las TICS y que aún continua.
Al regresar a nuestra sede: “la finca que se llama colegio” según un niño pequeño, nos proponemos habitar de nuevo el espacio y crear los nichos adecuados para las diferentes vivencias que a diario suceden. Hacer esfuerzos para lograr realizar el proyecto de ampliación del colegio, conservando el tamaño deseado por filosofía institucional, que no desdibuje la identidad de nuestros niños/as.
- Mantenernos y avanzar en el camino de la excelencia por convicción no por competencia, ni mercadeo, bajo la tutela de EFQM.
- Afianzar la formación de maestros, directivos en el rol de orientadores, provocadores con actitud de “eternos aprendices” según Bachelard, sobre lo que debe ser un maestro. Asumir cada vez mas conciencia de que aprendemos juntos y que yo soy, en la medida en que reconozco al otro. Visibilizar cada vez más el pensamiento del niño como ciudadano desde su nacimiento, quien posee 100 lenguajes, en palabras de Loris Malaguzzi, precursor del pensamiento Reggiano y avanzar con este enfoque en la primaria.
- Continuar con la asesoría al colegio Los Tréboles en Chía, donde se está realizando el proyecto de formación musical desde hace 11 años y ya con casi dos promociones.
- Consolidarnos como centro para la difusión de la cultura de la infancia, rol que nos ha sido delegado por la dirección de Redsolare Colombia, por nuestra disposición para asumir dicha tarea, y por nuestras convicciones y principios.